Monday, September 28, 2009

Guanamsterdam sobre ruedas

El 2º. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano

Un río de gente en bicicleta


Oscar Patsí y Patricia Karenina exponiendo la Revolución de las Mariposas (personas en bici).

Guanasterdam, Jalisco. En esta ciudad repleta de mujeres hermosas, bicicletas, cafés y personas fuera de lo común, se realizó el 2º. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano, organizado del 18 al 20 de septiembre por el colectivo GDL en Bici con el apoyo de organizaciones, universidades, empresas, autoridades y medios.Chris Carlsson, iniciador del movimiento Critical Mass y autor de varios libros al respecto. Aquí es acompañado por Jesús El Negro Soto.

Viernes 18 de septiembre. A las nueve de la mañana caminé sobre la Avenida Juárez para llegar al LARVA (Laboratorio de Artes Variedades), un cine abandonado que el municipio habilitó como centro cultural y que ahora servía como sede principal del Congreso. Pude instalarme en el espacio del colectivo Bici 10, junto al fotógrafo Refugio Ruiz, donde se vendían playeras, libros, placas reflejantes, y se repartían publicaciones de GDL en Bici e información sobre la bicicleta. También había espacios del ITDP (Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas) representado por Xavier Treviño, la empresa BKT Bicipública de los arquitectos Matías Medina y Rodrigo Vázquez, las bicicletas plegables Brompton de León Hamui y Carlos Estrella, y el colectivo CACITA con su exhibición de bici máquinas.Intercambiando libros con Carlsson.

Llegaron más de 400 personas registradas, grupos de ciclistas, especialistas en espacios públicos y movilidad urbana, activistas de las dos ruedas, ecologistas, bici mensajeros, funcionarios, diseñadores, filósofos y periodistas de Nuevo León, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Morelos, D.F., y también de Estados Unidos y España. Pedaleaban en la zona centro de la ciudad, entre las sedes alternas del evento: del LARVA al Museo de la Ciudad o al Paraninfo de la U de G. Un congreso en movimiento que contó con la asistencia de interesados y entusiastas.De izq a der: Gabriel Michel, Mario Delgado, Mario Silva, Alfredo Hidalgo, Refugio Cuco Ruíz (Bici 10) y Xavier Treviño (ITDP).

Entre los principales participantes estaban los Bicitekas, organizadores del 1er. Congreso en 2008 donde se formó la Red Nacional de Ciclismo Urbano. Estuvieron Chris Carlsson, iniciador del movimiento internacional Critical Mass que empezó en San Francisco, autor y editor de los libros After the Deluge y Critical Mass; el catalán Oscar Patsí, creador de la Revolución de las Mariposas (personas en bici), quien expuso sus ideas con ingenio y humor; Caroline Zamporano, Directora de Bicycle Advocacy NY; Jimmy Lizama, bici mensajero de Los Ángeles y promotor de la bici fixed; León Hamui, quien habló sobre la bicicleta en la ciudad del futuro; Emily Ramsey y Aaaron Salinger, de Bicycle Kitchen, California; y Heleana Zambonino, de Ciclópolis, Ecuador. Además asistieron personas interesantísimas, como la cineasta Beatriz Barragán, quien realiza un documental sobre el Congreso, y Milton A. Luna, reportero de la revista No Te Rajes, un ciclista sin pierna derecha.Con Milton A. Luna y Bicivilízate de Morelia.

Comimos pasta, pizza y ensalada en algún lugar del centro, recuerdo a Bernardo Lizardi, al buen Agustín Martínez, a Jesús El Negro, a Beatriz y Alessia. Mi participación tuvo lugar en el Museo de la Ciudad, sobre la Avenida Independencia, a las cuatro y media de la tarde. Patricia Karenina de GDL en Bici: si alguien encarna al Congreso es ella. Pura energía.

Estuve acompañado en la mesa por Karenina, quien me presentó y moderó el asunto con sus comentarios. Apoyado por un texto y un power point procedí a definir el Ciclismo Mágico, la literatura de los equilibros. Luego revisamos la obra de algunos autores, leyendo fragmentos de sus obras, para finalizar con una sesión de preguntas y comentarios que derivó en otros temas.
En el Paraninfo de la U de G, donde Patricia Martínez sacudió conciencias e incomodó a las autoridades.

El sábado estuvo más movido aún. Empezamos con el encuentro entre la sociedad organizada, el gobierno municipal y los rectores de las universidades ITESO y U de G. en el Paraninfo. Bajo el Mural 1 de José Clemente Orozco, Patricia Martínez de GDL en Bici estremeció con su intervención que arrancó lágrimas y una ovación de pie en el auditorio lleno. También asistimos a la conferencia impartida por la Directora de Promoción Ciclista de NY, Caroline Zamporano. Chicas en bicicleta: Candelaria Ochoa, Emily Ramsey, Mariana Sánchez, Heleana Zambonino y Patricia Karenina.

Comimos en un restaurante vegetariano y por la tarde estuvimos en la plática de bici mensajería (cátedra de bici fixed) antes de ir a la mesa redonda “Las chicas en bici”. Al caer la noche se organizó el paseo Critical Mass, un río de gente en bicicleta por el Día Mundial sin Auto (22 de septiembre) que culminó con una fiesta y las bicis en alto.
Bicimensajeros, expertos de la bici fixed, tan de moda hoy en día: Jimmy Lizama, Mario Villaseñor, Raúl Zamarripa y Santiago García.

El domingo temprano tuvo lugar la esperada conferencia de Patsí, en la que explicó de manera hilarante en qué consiste la Revolución de las Mariposas y qué se necesita para llevarla a cabo. Aún faltaban el taller para mujeres que empiezan a pedalear y la clausura. Patsí, entrevistado por Barragán en la Ciclovía RecreActiva.

Con todo ello el Congreso se integraba al movimiento mundial que busca soluciones ante la emergencia ambiental y de salud. Fueron tres días de conferencias, mesas redondas, talleres, exposiciones, paseos y actividades en las que se abordó la recuperación de los espacios públicos, el transporte no motorizado y la movilidad alternativa, las redes ciclistas en Internet, los proyectos de ciclo vías, y el activismo en pro de la armonía citadina, entre otros temas. Los objetivos se cumplieron, creció la Red Nacional, se logró marcar en la agenda pública el uso de la bicicleta y se anunció que en 2010 el próximo Congreso será en Puebla.El video previo al documental de Beatriz Barragán puede verse aquí:

Tuesday, September 22, 2009

Equilibro: letras y bicicletas

El libro te hace libre, como un paseo en bici

Andar en bicicleta es leer al mundo de otra forma, una lectura en movimiento que permite percibirlo con todos los sentidos. Para Hemingway era la mejor manera de conocer un territorio. Por ello no es extraño que este vehículo fantástico pase por las páginas de la literatura, entre la imaginación y los caminos de tinta.

¿Existe alguna relación entre las bicicletas y las letras? ¿Alguna semejanza entre el acto de montar una bici con el de escribir? Como decir, por ejemplo, que el horizonte es una página en blanco y el ciclista la escribe al pedalear. Ambos, el ciclista y el escritor, deciden hacia dónde ir y el camino para llegar. Al pedalear como al escribir, es recomendable tener primero una meta, un destino, el gran final. Entonces estaríamos, diría García Márquez, en los terrenos del Ciclismo Mágico, la literatura del equilibro:
William Saroyan, autor de El tenor silencioso, se refirió a la bicicleta como “el invento más noble de la humanidad”. En un artículo escrito para la revista Scientific American, Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, recomendaba montar una bici para recuperar los ánimos, despejar la mente y recobrar la lucidez.
En la mayoría de las novelas que citaremos aquí, un par de ellas escritas por Premios Nobel, los autores coinciden en utilizar la bici como un vehículo libertario y en algunos casos el ingenioso transporte es el objeto central de la historia:

WELLES
El escritor Herbert Georges Welles, escribió la novela llamada Las ruedas de la oportunidad, en la que afirmó que sentía confianza en el futuro cada vez que miraba a una persona en una bici:
“Después de tu primer día pedaleando, un sueño es inevitable. Una memoria de movimiento permanece en los músculos de las piernas y parecen moverse en círculos una y otra vez. Tú pedaleas por La Tierra de los Sueños en maravillosas bicis que cambian y crecen”.

BECKETT
El célebre escritor del absurdo, Samuel Beckett, le dedicó una carta a su bicicleta en el libro Molloy, donde hace una descripción fiel de la bici antes de confesar su vicio:
“Querida bicicleta, no debo llamarte bici, eras verde, como tantas de tu generación, no sé por qué. Es un placer encontrarte de nuevo. Describirte en toda tu extensión es un placer. Tenías una pequeña corneta roja en lugar de la campanilla de moda en tus días. Tocar esa corneta era para mí un real placer, casi un vicio”.

MILLER
En la novela de Henry Miller, Mi bicicleta y otros amigos, en la que el escritor narra la relación que tuvo desde niño con las bicis en general y con una en particular a la que describió como “la única y verdadera amistad”. En este libro relata que cuidaba de ella como si fuera un Rolls Royce:
“Si necesitaba reparación, siempre la llevaba al mismo taller en la Avenida Myrtle, donde atendía un negro llamado Ed Perry. Trataba mi bicicleta con guantes y siempre revisaba que las dos ruedas estuvieran alineadas. Con frecuencia me hacía composturas sin cobrarme, porque, como decía, nunca había conocido a un hombre tan enamorado de su bicicleta como yo”.

AMOS OZ
Otro ejemplo puede leerse en La bicicleta de Sumji, novela corta de Amos Oz sobre un niño que recibe una bici de regalo y cómo cambia su vida a partir de ese momento:
“Era una Raleigh de segunda mano; no le faltaba un solo accesorio: tenía timbre, un faro, una parrilla y también un reflector en la rueda de atrás; sólo le faltaba la barra que une el sillín con el manubrio… Loco de orgullo y de alegría galopé en mi bicicleta hacia mi escondrijo tras de la casa. Y allí, en donde nadie podía verme, besé el manubrio, y luego me besé el dorso de las manos una y otra vez, y en un susurro tan alto que parecía un grito, exclamé: Bendito sea Dios Todopoderoso”.

HEMINGWAY
El Nobel de Literatura, Ernest Hemingway, escribió El fin de una afición, relato autobiográfico del libro París era una fiesta, en el que hace una bella descripción de las competencias en el velódromo:
“Algún día lograré meter en unas páginas la pista de madera y sus empinados virajes, y el zumbido de los tubulares cuando pasaban los ciclistas, y el esfuerzo y las tácticas y los corredores desviándose arriba o abajo en la pista, convertidos en una parte de sus máquinas… con sus cascos ligeros que se pegaban a los manubrios, sus piernas que hacían girar a gran velocidad los pedales y las ruedas…”.

J.D. SALINGER
En otra novela clásica del siglo XX, El guardián entre el centeno de J.D.Salinger, la bicicleta está presente cada vez que al narrador se le aparece su hermano pequeño:
“De pronto empecé a hablar con Allie en voz alta. Es una cosa que suelo hacer cuando me encuentro muy deprimido. Le digo que vaya a casa a recoger su bicicleta y que me espere delante del jardín de Bobby Fallon. Una vez, Bobby y yo íbamos a ir al Lago Sedebego en bicicleta. Allie nos oyó y quiso venir con nosotros, pero yo le dije que era muy pequeño. Así que ahora, cuando me siento muy deprimido, le digo: “Bueno, anda. Ve a recoger la bici y espérame delante de la casa de Bobby. Date prisa”. Casi siempre nos acompañaba. Pero aquél día no le dejé. Él no se enfadó –nunca se enfadaba por nada-, pero siempre me viene ese recuerdo a la memoria cuando me da la depresión”.

GARCÍA MÁRQUEZ
Gabriel García Márquez le dedica pasajes a la bicicleta en su novela Memoria de mis putas tristes, en la que el protagonista desea regalarle una bici a la chica que se apodera de sus pensamientos:
“Cuando fui a comprar la mejor bicicleta para ella no pude resistir la tentación de probarla y di algunas vueltas casuales en la rampa del almacén. Al vendedor que me preguntó la edad le contesté con la coquetería de la vejez: Voy a cumplir noventa y uno. El empleado dijo justo lo que yo quería: Pues representa veinte menos. Yo mismo no entendía cómo conservaba la práctica del colegio, y me sentí colmado por un gozo radiante… Esa semana, en homenaje a diciembre, escribí otra nota atrevida: Cómo ser feliz en bicicleta a los noventa años”.

BARES
El escritor Mauricio Bares tiene un cuento titulado Las bicicletas también se embarazan, incluido en su libro Ya no quiero ser mexicano, sobre un romance onanista entre la bicicleta de su hermana y un vecino hippie:
“Ámsterdam debería significar lugar de las bicicletas. O lugar de las perversiones. Basta pensar en las hermosas holandesas que se frotan con el asiento a cada pedaleo, vistiendo frecuentemente entalladas minifaldas elásticas que dejan a la vista el impacto de su intimidad. Pienso también en los tipos sin otra ocupación que esperarlas pasar, apostados en sitios estratégicos, en especial durante el verano cuando las nenas se despojan de los mallones que las protegen del invierno inclemente y obsequian a los mirones un trocito de tela azul cielo o rosa pastel”.

FERNÁNDEZ CHRISTILEB
Pablo Fernández Christileb publicó el libro La velocidad de las bicicletas, donde describe Un viaje a Ítaca:
“Una bicicleta es sobre todo un viaje a Ítaca (“llegar allí es tu meta/pero no apresures el viaje”): es el mejor mirador para ver sucederse a la inopinada, implaneadamente, en calles, callecitas, parques, banquetas, rutas inéditas, como un Marco Polo de la cotidianeidad; para detenerse donde la curiosidad lo haga menester en un mercado, una fachada, una miscelánea, un aparador. Andar en bicicleta se vuelve paseo; es que sobre una bicicleta es imposible tener prisa, o al menos no tiene caso porque la prisa no la acelera; se haya hecho tarde o no, su tripulante tiene que seguir paseando hasta que llegue a su destino. Es el tiempo libre a destiempo… Con la ciudad las bicicletas respetan el ruido de las voces, el aire de los pájaros, el espacio de las reuniones, el tiempo de la distracción, el lugar de los ciudadanos…”.

Así es, al pedalear como al leer el tiempo transcurre de manera distinta. Podríamos seguir por la ruta de la literatura, haciendo paradas en las obras donde encontramos a la bicicleta, pero el tiempo real se termina y el camino es largo, para recorrerlo se necesita un buen par de ojos como dos ruedas.

Texto presentado en el Museo de la Ciudad de Guadalajara, durante el 2o. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano.

Friday, September 11, 2009

Ciclismo Mágico

Para leer el mundo en bicicleta
El 2o. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano se realizará en Guadalajara, del 18 al 20 de septiembre. Nos vemos el viernes 18, a las 4 de la tarde, en el Museo de la Ciudad (Independencia 684, Centro), para platicar sobre Bicicletas y Literatura. Revisaremos la obra de William Saroyan, H.G. Welles, Samuel Beckett, Henry Miller, Amos Oz, Ernest Hemingway, J.D. Salinger, Gabriel García Márquez, Mauricio Bares y Pablo Fernández Christileb.
www.congresociclista.org/congreso.html