Sunday, April 24, 2011

Monday, April 18, 2011

El Día Mundial de la Bicicleta

La Condor de Albert Hofmann*
El 19 de abril se festeja el Día de la Bicicleta, en honor al genio suizo de la bioquímica que sintetizó el LSD en los laboratorios Sandoz.

En esa fecha de 1943, a los treinta y siete años de edad, Albert Hofmann se convirtió en el primer hombre que viajó en ácido lisérgico, mientras pedaleaba su bicicleta a través de la ciudad de Basilea, Suiza.
La vida y la obra científica de este hombre estuvieron marcadas por la espiritualidad. El turismo sicodélico quizá no se imagina todo lo que hay detrás de ese alegre papelito, además de la pirotecnia sensorial. Su descubridor nació en una familia pobre y religiosa de Aargau, un cantón suizo cerca de Francia, y se quedó huérfano de padre a muy temprana edad. Tuvo que trabajar durante la adolescencia para mantener a su familia, pero creció fascinado por la belleza natural que le rodeaba. A los veinte años, sin dejar su trabajo en la fábrica, estudió Química en la Universidad de Zurich y presentó una tesis doctoral sobre la quitina. En 1935 ya era Director de Investigación Farmacéutica de Productos Naturales del pequeño laboratorio Sandoz, en Basilea, donde se dedicaba a estudiar el potencial medicinal de las plantas. Tres años más tarde, su trabajo lo llevó a encontrarse con los espíritus que habitan en la naturaleza.
El doctor investigaba los alcaloides del cornezuelo, el hongo del centeno, en busca de un estimulante circulatorio y respiratorio para aplicarlo en obstetricia, cuando absorbió por vía cutánea la dietilamida tártriga, el derivado #25 que sintetizó del ácido lisérgico. No tardó en caer dormido. Fue un largo y extraño sueño en espiral de mil formas y colores. Al despertar, supo que había encontrado algo nuevo. Tres días después, Hofmann se sometió a un plan experimental y se suministró una dosis de 0.25 miligramos de LSD. Le pidió a su asistente W.A. Kroll que lo acompañara a casa y se fueron en las bicicletas, porque la guerra restringía el uso del automóvil. En ese trayecto, el ácido encendió su mente y descubrió algo nunca antes visto que lo aterró y lo fascinó: un universo por explorar, el paisaje de la mente humana. Este primer viaje lisérgico, un viaje fantástico en bicicleta, es bellamente descrito en su libro Mi niño problema.
¿Qué velocípedo tuvo el honor de llevar a Hofmann el proclamado Día de la bicicleta? A pesar de ser un país neutral, en Suiza todos los hombres deben cumplir el servicio militar. El ejército es preciso como sus navajas y sus relojes. Su principal medio de transporte entonces era la Swiss Army Bicycle, fabricada desde 1904 por la compañía Condor-Werke-AG, también fabricante de las primeras motocicletas europeas. La Condor que seguramente montó Hofmann era un rediseño mejorado de la Raleigh DL-1, creada por el ejército inglés durante la Primera Guerra Mundial, equipada para transportar a las tropas, con un sistema de siete velocidades. Por supuesto, la bici del doctor tenía salpicaderas y lámparas de dínamo que encendían al pedalear, pero no las canastillas, las alforjas, las cantimploras, el radio, el portametralleta, el cargamuniciones, el botiquín, las herramientas o la bomba de aire.Ilustración de Maru Sandoval. Las Bicicletas y sus Dueños.

En 1958, Albert Hofmann también sintetizó la silocibina del teonanácatl, el elemento sicoactivo del hongo mexicano. Sin embargo, la dietilamida del ácido lisérgico tuvo una influencia superior. El hallazgo ha tenido un impacto considerable en la cultura; la medicina, la ciencia y la tecnología, la siquiatría, el arte, la filosofía, la religión y la contracultura se han visto influidas por la sustancia.
El LSD impregnó el papel de la historia y logró seducir e inspirar a notables neurólogos, siquiatras, sicólogos, pensadores, militares, programadores, escritores, músicos, pintores y otros artistas. Fue considerada una herramienta muy útil para la siquiatría y la sicología en tratamientos de neurosis, alcoholismo, transtornos de la personalidad y enfermos terminales con resultados positivos en treinta y cinco mil pacientes. Pero su uso sicoterapéutico causó reacciones y controversias de todo tipo. Posteriormente, entre los años cincuenta y sesenta, el ejército de los Estados Unidos no perdió la oportunidad de probarlo en busca de una poderosa arma de control mental, hizo pruebas con sus soldados y luego experimentó en clínicas donde pagaba setenta y cinco dólares a los voluntarios.
El alucinógeno despertó un creciente interés en los catedráticos de Harvard, Timothy Leary, Ralph Metzner y Richard Alpert, quienes más tarde fundaron su instituto de crecimiento espiritual y se convirtieron en los gurúes de la contracultura que floreció en los sesenta. El ácido detonó el movimiento sicodélico y su caleidoscopio de comunas hippies, una revuelta pacífica encabezada por escritores y músicos como Ken Kesey, Allen Ginsberg y Jerry Garcia. Durante la década de los noventa, la sustancia fue retomada por la cultura rave.
Las controversias sobre el LSD continúan hasta la fecha, así como su condición ilegal. En 1993 fue creada la Fundación Albert Hofmann, con motivo de los cincuenta años de sus investigaciones. El objetivo es difundir y hacer del conocimiento público el archivo científico y los resultados obtenidos en la exploración sicodélica de la mente. En aquella ocasión, dijo: “Cincuenta años de experiencia son nada. Se requiere más tiempo para estudiar una sustancia que muestra nuevas y extraordinarias propiedades.”Tomada del blog En Bici por Santander.

El corazón de Hofmann se detuvo el 29 de abril de 2008, a la edad de 102 años, pero en su kilometraje acumulaba un milenio de conocimiento. El bioquímico siempre gozó de cabal salud y el prestigio de un visionario en diversos ámbitos de las ciencias y las artes. Siconauta por motivos profesionales, su búsqueda de conocimiento lo llevó a explorar otras dimensiones de la realidad. “Desconozco espíritus distintos de los que alberga la naturaleza”, declaró al cumplir cien años y recordar que su objetivo es encontrar una medicina para el alma.
De ninguna manera se invita a los lectores a consumir ácido, pero sí a pedalear una bicicleta y a descubrir los encantos de la naturaleza, cuyos caminos se abren como los dedos de una mano para recorrerla. Que tengan buen viaje.


* Tomado del libro “Las Bicicletas y sus Dueños”. 2ª. Edición.

Saturday, April 9, 2011

Mujeres en bicicleta

Tacones y pedales, belleza y actitud en equilibrio


Las mujeres en bicicleta cambiaron la política, la moral, la moda y la economía con su sensual zig-zag desde 1890. Hoy siguen causando revuelo al pedalear por la libertad femenina y la movilidad urbana.

Del 23 al 25 de marzo se realizó en España el congreso internacional Velo-City Sevilla 2011, el Ciclo de la Vida, que contó con la participación mexicana de Mujeres en Bici, grupo dirigido por Martha Eréndira, Helga Marie González-Nieves, Maritza Montero y Paola Gómez. “Lo único que nos detiene es el freno de nuestra bici”, afirmaron durante el Paseo en Bicicleta con Tacones, recorrido de altura sobre Reforma con el que celebraron dos años de rodar.

Celeste, la bicicleta para mujer
En 1895, la reina Margarita de Italia mandó traer al mejor fabricante de bicicletas. De Milán se presentó Eduardo Bianchi, quien le tomó la medida a su majestad y fabricó la primera bici diseñada para mujer: una Safety cycle (las dos ruedas del mismo tamaño) con el tubo superior del cuadro curvo para subir y bajar fácilmente. La pintó del color de los ojos de la reina y la llamó “Celeste”. Ante la petición real para que le enseñara a pedalear, Bianchi abrió la primera escuela de ciclismo femenino.La Reina Margarita de Italia.

Las mujeres ya habían tomado las calles de Norteamérica en bici. El 23 de abril de 1895, el Indianapolis Weekly reportaba: “Hace cinco años, cuatro mujeres pedalearon por primera vez aquí, para el profundo disgusto de los caballeros de la ciudad y el más profundo disgusto de las damas. Ahora las mujeres que pedalean son legión y su número se incrementa”. Este flujo masivo de mujeres ciclistas es para David V. Herlihy, autor del libro Bicycle, “la consecuencia social más importante del boom de la bicicleta”.
Las pioneras del ciclismo femenino no empezaron por moda, deporte o pasatiempo, para ellas pedalear era una causa, mejorar sus condiciones de vida, afirmar la independencia y la igualdad. Para demostrarlo, en 1896, Margaret LeLong pedaleó desde Chicago hasta San Francisco, 2,982 km., con su polvera y un revólver. Las mujeres en bici eran mal vistas, sobre todo por los defensores de la decencia, quienes consideraban inmoral que las féminas pedalearan. Se advertía seriamente sobre la imposibilidad de tener hijos, el uso de ropa indecente, las relaciones impropias con desconocidos y ese acto depravado de frotar los órganos sexuales con el sillín. A pesar de esto, el ciclismo femenino estaba en marcha y ganaba terreno.
La vestimenta que usaban también causó controversia. Las faldas largas de equitación y los corsés no servían para montar la bicicleta. Por lo que se diseñaron prendas que les permitieran moverse y respirar sin dejar al descubierto parte alguna de las piernas ni atorarse con el mecanismo de la bici. El resultado fueron los turcos o bloomers, bermudas holgadas que se ajustaban un poco más abajo de las rodillas. Se usaban con medias gruesas y botines. O la falda confeccionada para ciclismo, dividida como trusa masculina. Por supuesto, esta ropa motivó el escándalo porque borraba la diferencia entre los sexos. Angeline Allen irrumpió con esta moda y se hizo famosa por sus apariciones en The National Police Gazette, criticada por pedalear con pantalón corto desde 1893 en el Asbury Park de Nueva Jersey, mientras desafiaba los códigos de vestimenta de la época. Dos años después, el ciclismo femenino y sus accesorios causaban furor. La industria empezó a crear todo para la mujer, dueña de la tercera parte del mercado ciclista.
Margaret Lelong, ciclista y activista.

En 1896, Susan Brownell Anthony, activista de los Derechos Civiles, recorría los Estados Unidos en tren y en bicicleta como oradora sobre los derechos de la mujer y el voto: “Creo que el ciclismo ha hecho más por la emancipación de la mujer que ninguna otra cosa en el mundo. Le da una sensación de libertad e independencia. Yo me alegro cada vez que veo a una mujer en bici. La feminidad libre y sin ataduras”.
El ciclismo se declaró disciplina olímpica en los Juegos de Atenas en 1896; sin embargo, la participación de la mujer tuvo lugar casi un siglo después, hasta las competencias olímpicas de Seúl en 1988. Es probable que la ciclista más brillante sea la noruega Gunn Rita Dahle (Oro en Atenas 2004), con más de quince medallas de oro ganadas desde 2001. Más allá del ámbito deportivo, el ciclismo femenino se desarrolló por otras rutas. Como menciona Carmen Díaz en Ciudad en Bici (No.10, febrero de 2011) ha tenido entre sus mejores activistas a Claire Morrissette, ambientalista y ciclista canadiense fallecida en 2007, autora del libro Dos ruedas, un futuro: la bicicleta en la ciudad. Morrissette fundó el colectivo El Mundo en Bicicleta y la organización Ciclo Norte-Sur para donar más de 30,000 bicis a los países del sur. Logró que se reconociera el derecho de los ciclistas a subir la bici al metro de Montreal y a cruzar el puente de la isla. Por su parte, Caroline Samponaro, actual Directora de Promoción de la Bicicleta de la organización Alternativas de Transporte, es una de las personas que le han cambiado la fisonomía a Nueva York para transformarla en una ciudad de peatones y ciclistas.

“Tacones, el motor de mi bici”
La actitud de la mujer mexicana ante la bicicleta está cambiando. A taconazos y pedalazos le pierde el miedo en abierto desafío al mundo y a los coches. Las medallistas lo han demostrado, Belem Guerrero (Plata en Atenas 2004), Isabel León Moncada (Oro en el Campeonato Mundial Master Inglaterra 2005) y Carmen Alicia la “Popis” Muñiz (Récord Guiness Master, 26 horas sin parar, a los 62 años), entre las jóvenes de nivel internacional como Lorenza Morfín, Giuseppina Grassi, Daniela Campuzano, Lorena Dromundo y Roxana Islas-García, lista para rodar de Tijuana a Cancún, 4,500 km. Rompen récords y prejuicios, el ciclismo ya no es una actividad dura y peligrosa para ellas.
Mientras los hombres competimos como simios para demostrar superioridad, ellas organizan y conducen el ciclismo de ciudad. Integrada en 2008, la Red Nacional de Ciclismo Urbano, Bicired, organiza a más de cuarenta grupos en un movimiento ciclista que propone soluciones de movilidad. Las cabezas de las organizaciones fundadoras y de las iniciativas son mujeres. Areli Carreón preside a los Bicitekas, el grupo de ciclismo urbano más importante del D.F., en cuyo consejo directivo se encuentran Marianna Sánchez, Mónica Sánchez y Ruth Pérez, creadoras del grupo femenino Biciellas Chamacletas Urbanas. En la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, Martha Delgado y Dhyana Quintanar, ex Coordinadora de la Estrategia de Movilidad en Bicicleta de la Ciudad de México, tuvieron a su cargo la implementación del sistema Ecobici. Para su planeación el Gobierno del D.F. contó con la asesoría del Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP), donde ahora se encuentra Quintanar con Mariana Orozco y Karina Licea.Belem Guerrero, guerrera del pedal.

Guadalajara es la ciudad más avanzada en cuestión de ciclismo y movilidad urbana gracias al colectivo GDL en Bici, sin duda el más importante del país con un poder de convocatoria masiva. Al frente se encuentran Patricia Karenina y Patricia Martínez, entusiastas y aguerridas creadoras del grupo Femibici, dedicado a dar paseos, clases, cursos y talleres para mujeres que desean empezar a pedalear. Con ellas están Roon Gómez y Jane Jacobs, Superbicla, al pie del pedal. El equipo editorial de su publicación, Ciudad en Bici, lo encabezan Vanesa Robles y Ana Trejo. Y la lista de mujeres ciclistas crece, Nancy Salcedo de Paseo a Ciegas, Susana de la Fuente de Alebrijes, Alma Álvarez de Bici Verde, Eli de Bicla, Elena de Saca la Bici en Querétaro, Laura Saldívar Tanaka de Pedalazo en Chiapas, Cempacleta Franco y Gloria González de Bicicálidos en Aguascalientes, Cabrita Bike en Torreón, Jenny Zapata en Chihuahua… Pura belleza y actitud en equilibrio.

* Publicado en la revista Milenio Semanal #700.