Wednesday, September 24, 2008

(Sin título) Uno

por: Ricardo Arce*

Se asomó por ambos lados de la acera antes de sacar por completo la bicicleta. En ésta calle siempre pasan desgracias, pensó, mientras se ponía el casco, los guantes y buscaba mentalmente las llaves para poderle poner seguro al zaguán. Bolsillo izquierdo. Volvió a asomarse a las calles venideras. Ni un alma se acercaba al camposanto de donde él salía.
Bici con Luz: Karina Gallo.

Era lunes. Era casi media noche. Era su día de paseo en bicicleta. El pueblo se viste diferente de noche. Las calles empedradas, las luces de los faroles, las cigarras y la leve corriente de aire traída por el río le daban un toque especial al paseo en bicicleta. Se colocó los audífonos cuando ya estuvo trepado a la bici, buscó una canción especial, "too young to fall in love" de Motley Crue. Con ella tomaría la noche por asalto.
Bici Azul: Karina Gallo.

Subió el primero de sus pies y con el segundo se impulsó para ir bajo colina. Sentía que flotaba, que la bicicleta y él eran uno mismo. Tan ligeros como la noche. Soltó el manubrio y abrió los brazos. El lánguido viento lamió su rostro con una pequeña brisa. Cerró los ojos. Sintió que flotaba, que una docena de ángeles lo arrastraban hasta el firmamento, que movían sus brazos a la vez que los pedales y pies eran uno mismo. "Se va a caer la noche", escuchó decir una voz. "Que se caiga", dijo otra. "Se escaparán las almas", pronunció una voz más lejana. "Era inevitable", contestó la segunda voz. "¡Despiértalo!", gritaron a su oído derecho.
Proyecto en Tres Pasos: Karina Gallo.

Cuando abrió los ojos estaba a menos de dos metros del suelo. Una vaca se atravesó en su aterrizaje. La bicicleta se destrozó, la cabeza le punzaba. La vaca se paró de inmediato y se fue corriendo hacía la otra orilla del camino. Si no fuera por el casco estaría muerto. Un hilo de sangre le escurría por el cachete, lo lamió cuando alcanzó sus labios. La noche había enmudecido. Se incorporó como pudo y arrastró el cadáver de su velocípedo hasta la orilla. Le dolía la cabeza. Sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió con una cerilla. "Fue como si fuera cierto", pensó mientras las bocanadas se perdían con la oscuridad. El cielo parecía que observaba y callaba. "Nadie me va a creer", dijo, mientras se incorporaba. Arrastraba la bicicleta y sus huesos crujían, los de él también. El tabaco sabía a sangre. No le importo.
En el Tiempo: Karina Gallo.

Al llegar al camposanto, volvió a asomarse por ambos lados. Las calles seguían desérticas. Buscó sus llaves en el bolsillo izquierdo, no estaban. Se preocupó. Se habrán perdido con el accidente. Se asomó por las calles, no había vida alguna. La pendiente de la colina seguía ahí, igual de susurradora. Ya no le enamoraba, es más, le daba un pequeño escalofrío. "Pinches llaves", recordó. Se apoyó en la puerta y está se abrió inmediatamente. "La habré dejado abierta". Su cabeza no estaba para indagaciones. Ya saboreaba el trago de mezcal que tenía guardado en la alacena para estas ocasiones.
Bocetos Sepias: Karina Gallo.

Atravesó las primeras lápidas que a su vez hacían de vereda hasta su casa. Todo parecía normal. recargó lo que quedaba de su bicicleta en un estanque de cemento. Siguió su camino cojeando. Antes de entrar sintió que miles de pasos andaban tras de él. Dio un giro violento. La noche seguía tranquila. Era tal vez el cansancio, el golpe, la inverosimilitud de su accidente, era tal vez que estaba en un camposanto y eso pasa cuando tienes demasiado tiempo en un lugar como ese.
Viejos Tiempos: Karina Gallo.

Empujó la puerta, se quitó los guantes, el casco y encendió la luz. De la luz aparecieron un centenar de sombras con alas, todas, trabajosamente sentadas alrededor de la pequeña mesa de madera. Le sonrieron al mismo tiempo que su cuerpo se desplomaba.


* Escritor: www.posatigres.blogspot.com

* Pintora: www.karinagallo.com

Wednesday, September 3, 2008

Las Bicicletas y sus Dueños

La Alubike de Giuseppina Grassi*


“El ciclismo ha sido el sustento de mi familia.”
Giuseppina Grassi

La ciclista mexicana cobró notoriedad en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007. Ahí, dos minutos antes de salir a la pista para la competencia contrarreloj, un juez le informó que su bici no cumplía con la medida oficial. En cuestión de segundos tuvo que cambiar de bicicleta para poder participar, montó una prestada de Ignacio Sarabia y, pese al desánimo del equipo, obtuvo la de plata. Un año después, Giuseppina Grassi voló a China para competir en los Juegos Olímpicos de Pekín, no ganó medallas como Guillermo Pérez y María Espinoza, pero tampoco cayó como la gimnasta Marisela Cantú.

Quien haya pedaleado una bicicleta ajena sabe lo que enfrentó la ciclista: otra geometría, medidas diferentes, posición ajena y peso distinto. Esto nos da una idea de los obstáculos deportivos y extradeportivos que enfrentó para conseguir su pase a los Juegos Olímpicos, como los conflictos de Carlos Hermosillo en la Conade y la falsa nota de doping publicada por el diario deportivo Récord, desmentida por la Federación Mexicana de Ciciclismo (FMC) con las otras Pruebas de Hermosillo, es decir, del Campeonato Nacional 2008 en Sonora.
Foto: Mexport.

La espigada ciclista nació en 1976 en el DF y ha pasado la mitad de su vida en la bici. Es la hija mayor de Giuseppe Grassi y María Luisa Herrera, además es madre de Tábata, una niña de cinco años. Don Grassi fue campeón mundial de bici stayer en 1968 y ex entrenador, en Sydney 2000, de la medallista olímpica Belem Guerrero. Padre e hija pasan la mayor parte del tiempo en las carreteras que atraviesan las montañas del Estado de México, donde ella entrena.
Meses antes de partir a China, Grassi firmó un convenio con la marca mexicana Alubike para entrenar y competir en su nuevo modelo de ruta KRBO XR1, una bicicleta ultraligera de diseño aerodinámico, construida con fibra de carbón y los mejores componentes del mercado profesional. La publicidad asegura que esta bici fue puesta a prueba por la ciclista en un túnel de viento.
Foto: www.axolote.com

Alubike es la marca de Bicicletas Mercurio que se dedica a la producción de bicis de aluminio y fibra de carbón. La fábrica de bicicletas Mercurio inició en 1964 en San Luis Potosí, estado en el que se encuentra buena parte de la industria bicicletera nacional, su primera planta contaba con 25 personas. 44 años después, Mercurio maneja, además, las bicis fijas BH Fitness, la distribución de refacciones con Windsor -que solía fabricar la Vagabundo-, las bicis y accesorios Vital, y las infantiles Hot Wheels. Su meta es darle a cada persona la bicicleta que necesita y a pesar de la competencia china (qué ironía), la producción asciende a las 500 mil bicicletas anuales en manos de 800 trabajadores. En los Estados Unidos, Mercurio es fabricante de las Husky Bicycles, creada en 1998 con la compañía HLF Distributing de Texas. Las Husky son bicicletas utilitarias de bajo costo y uso pesado.
Alubike inició en 1994, cuando el mercado de las bicicletas mudaba del cromolio al aluminio, un metal más ligero y amable pero menos resistente que el acero cromado. Se considera que la compañía fue pionera en el país al usar aluminio para fabricar bicicletas por talla y posicionarlas en el mercado. Con la nueva tecnología surgió la necesidad de enviar a un equipo a Europa, se capacitaron en el manejo del nuevo metal y surgieron los primeros modelos nacionales de montaña y ruta. Alubike ha extendido su producción a 20 mil bicis de varios tipos al año, sus últimas creaciones son las KRBO XC de montaña y la XR1 de ruta.
El ciclismo se convirtió en deporte olímpico en los Juegos de Atenas 1896, las modalidades fueron agregándose: ruta, pista, triatlón, montaña y BMX freestyle. Sin embargo, la participación de las mujeres tuvo lugar casi un siglo después, hasta las competencias olímpicas de Seúl en 1988. Grassi se encontraba entre las tres ciclistas de ruta que la FMC apoyaba para Beijing, ello la llevó a competir desde enero en varias carreras, las más importantes fueron el Campeonato Panamericano en Uruguay, donde obtuvo la medalla de plata, y la Copa del Mundo en Canadá, en la que terminó en el sitio 19, con lo cual logró su calificación para Pekín al estar entre las primeras 20. También obtuvo el primer lugar en la Olimpiada Nacional Elite y en el mencionado Campeonato Nacional. Días después, Grassi fue a Italia para competir en el Giro Trentino, donde terminó en el lugar 13 general y luego en la carrera clásica del Giro de Italia, que acabó en el 11. Figurar en la competencia olímpica era posible.
Foto: Mexport

En junio se hizo oficial la noticia de su plaza para los Juegos Olímpicos en la modalidad de gran fondo de ruta, lugar concedido por la Unión Ciclista Internacional y la FMC de acuerdo al ranking internacional. Los criterios de clasificación eran superar la prueba de Alemania o la Copa del Mundo en Montreal. Ella y Moisés Aldape son los dos ciclistas de ruta que lograron llegar a Pekín, a donde arribó con su Alubike KRBO XR1 y dos de repuesto para evitar contratiempos. Pero una cosa es llegar y otra obtener una medalla, como lo hizo Belem Guerrero, quien decidió no ir en esta ocasión. El domingo diez de agosto, en una carrera de 126.4 kilómetros bajo un aguacero, resfriada y esquivando a las competidoras que caían por el agua, Grassi terminó en el sitio 45 entre 66 ciclistas. Esta vez no pudo levantar los brazos con brazaletes tatuados, tres horas y media después de la salida el oro se lo llevó la británica Nicole Cooke, tras ella entraron Emma Johanson de Suecia y la italiana Tatiana Guderzo. Fue un triste final bajo la lluvia para la mexicana.

* Texto publicado en Milenio Diario en El Ángel Exterminador del lunes 1o. de septiembre.