Sunday, March 13, 2011

Choppers

Durante los años setenta, muchos de nosotros crecimos pedaleando una Vagabundo. Era la primer bici de su tipo en México, fabricada por la compañía Windsor que se fundó en 1964. El origen de estas bicicletas con su rueda pequeña al frente y su manubrio alto es rebelde y contracultural.

En 1958, los motociclistas de California empezaron a modificar las Harley-Davidson alterando sus formas. La compañía los odiaba por cambiar el diseño original con piezas que ellos fabricaban para estilizarlas y personalizarlas. The Hell´s Angels Motorcycle Club hicieron los primeros manubrios altos tipo Easy Rider con las patas cromadas de las sillas y las mesas de formaica. A sus creaciones las llamaron Choppers.Esta tendencia no pasó inadvertida para el ingeniero Al Fritz de la compañía Schwinn, en 1962 se le ocurrió diseñar una bicicleta para personalizar con la estética Chopper: la rueda trasera de 20 pulgadas y la delantera de 16, el asiento largo tipo banana con respaldo elevado y el manubrio alto long horn. Así nació la Sting-Ray J-38, que tan sólo en 1963 vendió más de 40 mil unidades. Posteriormente, en 1968, la Sting-Ray Krate incluía tijera springer de muelles, amortiguadores, salpicaderas y la palanca stick-shift para el cambio de cinco velocidades Shimano. Los accesorios como el radio y las luces eran opcionales. Esta bici sirvió, además, como base para las primeras BMX Cross del también californiano Scott Breithaupt en 1969.
Del otro lado del océano, las compañías inglesas Raleigh y Rudge notaron el auge de estas bicicletas en América y ambas marcas lanzaron sendas series Choppers que tuvieron un éxito arrollador entre los niños y adolescentes británicos. En 1968, Raleigh dedicó su producción entera a la versión inglesa de la S-R, una bici de cuadro anguloso, manubrio ape hanger y un cambio de cinco velocidades Sturmey-Archer.
Y la Sting-Ray no paró ahí, sus características de diseño para personalizar la convirtieron en la bici óptima de los cholos para tunearla como Low Ride, rilas fantásticas que brillan como joyas, equipadas y decoradas con un estilo recargado. Por todo ello la Chopper es una bici clásica codiciada entre coleccionistas, después de cinco décadas de rodar continúa desafiando estilos y modas como un extraño objeto del deseo.