Friday, December 9, 2011
Saturday, December 3, 2011
Sin dolor
Thursday, September 1, 2011
Por mi ciudad en bicicleta
Existe muy poca documentación sobre la historia y la cultura de la bici en nuestro país. Ésta es la importancia del libro Por mi ciudad en bicicleta / Experiencias de ciclistas en la Ciudad de México, una herramienta muy útil en la promoción del uso de la bici como medio de transporte.
Editado por la investigadora Ruth Pérez López y los activistas del pedal, el grupo de los Bicitekas, este libro recoge 41 testimonios orales y fotográficos de ciclistas urbanos que dependen de la bicicleta para trabajar y moverse en la ciudad.
Las entrevistas fueron recopiladas por la autora, trabajo enriquecido con datos y cifras duras producto de sus investigaciones. El trabajo visual corrió a cargo de cuatro fotógraf@s que salieron a cazar ciclistas con sus cámaras: Annika Börm, Claudia Wondratschke, Mariana Sánchez y Aarón Borrás (también autor de la foto en la portada), quienes recorrieron las calles y avenidas durante dos años para encontrar y retratar a los personajes sobre ruedas en su cotidiano pedalear.


David Byrne en México
Pedaleando con ritmo, melodía y armonía, David Byrne concluyó en México la gira por Sudamérica para presentar su libro Diarios de Bicicleta (Sexto Piso) y participar en el foro organizado por el Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP), Ciudades, Bicicletas y el futuro de la Movilidad.
El célebre fundador del grupo Talking Heads es un polifacético artista multimedia que realiza cine, fotografía, pintura, escultura e instalación. Además es un ciclista urbano comprometido con la causa de la movilidad en las ciudades.
Desde hace más de treinta años que se mudó a Nueva York adoptó a la bicicleta como medio de transporte ante el absurdo del tráfico y el calentamiento global. Un día se dio cuenta de que en bici podía recorrer en minutos lo que en coche le tomaba horas, sin contaminar, sin perder tiempo y sin estrés. Cuando iniciaron sus giras artísticas durante los ochenta, solista o con su grupo, tuvo la idea de llevar una bici plegable para rodar por las ciudades que visitaba. Así fue descubriendo el sentido real y el alma de cada urbe. De todas esas experiencias nació su libro Diarios de Bicicleta, que presentó en Guadalajara y Monterrey.
Byrne pensativo. Foto: Paula Villanueva Ordás.
Entre las páginas de estos diarios sobre ruedas cuenta cómo empezó su hábito por pedalear desde que era joven en Baltimore y cómo adquirió la conciencia de la movilidad en N.Y. En seguida hace un extenso y detallado recorrido por diversas ciudades del mundo como Berlín, Estambul, Buenos Aires, Manila, Sidney, San Francisco y Nueva York, mientras reflexiona sobre arte, urbanismo, arquitectura, historia, economía, sociedad y medio ambiente.
A la par del libro, Byrne realizó una serie de diseños conceptuales para biciestacionamientos que hoy existen en las calles y los parques neoyorkinos. Su hábito de pedalear y la inspiración artística sobre ruedas nacieron de su inquietud por mejorar la vida de las personas en las ciudades. Según explica, la mentalidad de los ciudadanos está cambiando en todo el mundo, no sólo respecto a sí mismos y el lugar en el que viven, también la percepción que tenían acerca de la bicicleta. La gente está buscando opciones para hacer su vida más amable y saludable en las grandes urbes. Y el autor del libro considera que la bicicleta es un medio para llegar a eso que él llama las Ciudades Imaginarias, donde los ciclistas y los peatones son los protagonistas.
Byrne considera que las ciudades están llenas de zonas muertas o atestadas de coches. Rescatar el espacio urbano y devolver la vida que alguna vez tuvieron estas zonas puede lograrse si se utiliza la bicicleta como un instrumento limpio y amigable. Siendo músico que ha explorado diversos ritmos y géneros, no puede evitar concebir la bicicleta como un instrumento musical y la ciudad como una orquesta que puede organizarse y afinarse para tocar un concierto. Esta visión sonora del mundo se aprecia mejor en su instalación interactiva Playing the Building (Tocando el edificio), donde el visitante puede hacer música con todos los objetos que se encuentran ahí. Lo mismo sucede con la bicicleta y todo lo que hay en las calles, sus sonidos organizados pueden convertirse en música.
La Ciudad Imaginaria suena muy bien sobre dos ruedas, sin embargo, al rodar por nuestras ciudades tuvo un par de percances menores por los baches. El artista reconoció los avances en materia de ciclismo urbano en nuestro país y por esta razón participó en el foro de movilidad que se llevó a cabo en el Roxy de Guadalajara y en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco del D.F. También se unió a la campaña regional (Argentina, Colombia, Chile, Perú, Brasil y México) para pedir el 5% del presupuesto de las ciudades orientado a transporte ciclista a través del Fondo para la Bicicleta, que contempla infraestructura, educación y promoción del uso de la bici (www.itdp.mx/5porciento). Además fungió como juez en el concurso de diseño gráfico convocado por el ITDP con motivo de su visita. Sin duda, una cabeza rodante que genera ideas brillantes.
*Publicado en Bike a Fondo 28
Wednesday, August 17, 2011
Tuesday, August 2, 2011
Cabezas Rodantes
Monday, August 1, 2011
Ganadores del concurso de cartel ITDP-David Byrne

2ndo. Lugar. Luis Gómez


Friday, July 15, 2011
Tuesday, June 21, 2011
Las cabezas rodantes generan ideas brillantes

¿Tú o tu grupo han hecho diseños para promover el uso de la bici como medio de transporte?
Envíalos a morozco@itdp.org con estas medidas:
- 61 x 91.5 cm.
- Formato: JPG, PDF, PNG
- Resolución mínima 270 DPIs.
- Archivo comprimido para facilitar su recepción
Envía tu material del 20 de junio al 18 de julio del año en curso.
David Byrne seleccionará los primeros lugares:
1ero.
Una bicicleta, más un paquete de 4 libros: Por mi ciudad en bici, Las bicicletas y sus dueños, La Revolución de las Mariposas y Diarios de Bicicleta.
2do.
El paquete de los 4 libros.
3ero.
El libro de David Byrne, Diarios de Bicicleta.
Todos los diseños serán exhibidos en noviembre, durante el 4º. Congreso Nacional de Ciclismo Urbano en Monterrey.
Monday, June 20, 2011
Wednesday, June 15, 2011
Como el niño con los zapatos rotos
Como ando bruja, rescaté dos rines usados Araya que tenía guardados (siempre guardo y reutilizo todo) y me fui directo al taller La Fe, donde Noé y su papá hicieron un buen trabajo. Uno de los Araya de plano estaba muy jodido (el trasero) y le tuvieron que meter uno nuevo. Pero la cosa no paró ahí. Como el desgaste de los mecanismos y las piezas de la rila es general, al cambiar el rin y meterle uno ajeno, también tuvieron que cambiarle la rueda libre y el caset, un Shimano más pequeño y accesible a mis posibilidades.
Total, que la Kona quedó medio hechiza entre piezas originales, otras recicladas y las nuevas adaptadas. El domingo pasado me lancé a dar un rol para probarla en el Desierto de los Leones. Y sí, la bici quedó bien, pero ya no era la misma. Le cambiaron el alma. Pesada y lenta para subir. Algo muy parecido a lo que sucede cuando el disco duro de la Mac se te jode y lo tienes que cambiar. Funciona, prende y todo, pero no es la misma Mac; queda lenta, limitada, despersonalizada, vacía, desconocida…
Para rematar, estando arriba en las piedras de Muñecos, me encontré a unos compas de la bici. Estuvimos platicando un momento y me percaté de sus rilas: pura fibra de carbón y doble suspensión. Entonces, lo que nunca me había pasado ni con mis amigos que andan muy bien montados, me sentí como el niño con los zapatos rotos en la escuela. Nunca había experimentado esa sensación, que no es envidia, sino una extraña mezcla de tristeza, frustración e impotencia. Bajamos por Venados, un retorno largo y rudo, y de nuevo sentí que la Kona era una carcachita. Lo nuevo hizo más evidente lo viejo. Tiene cinco años de uso extra intenso y no sé cuántos kilómetros, caminos, montañas, terrenos y climas le he metido. Tampoco tengo una sola queja, al contrario, la Kona es una chingona con esa suspensión Bomber bien cabrona. Pero la veía y la sentía vieja, lista para la jubilación.
Sunday, April 24, 2011
Monday, April 18, 2011
El Día Mundial de la Bicicleta

En esa fecha de 1943, a los treinta y siete años de edad, Albert Hofmann se convirtió en el primer hombre que viajó en ácido lisérgico, mientras pedaleaba su bicicleta a través de la ciudad de Basilea, Suiza.
La vida y la obra científica de este hombre estuvieron marcadas por la espiritualidad. El turismo sicodélico quizá no se imagina todo lo que hay detrás de ese alegre papelito, además de la pirotecnia sensorial. Su descubridor nació en una familia pobre y religiosa de Aargau, un cantón suizo cerca de Francia, y se quedó huérfano de padre a muy temprana edad. Tuvo que trabajar durante la adolescencia para mantener a su familia, pero creció fascinado por la belleza natural que le rodeaba. A los veinte años, sin dejar su trabajo en la fábrica, estudió Química en la Universidad de Zurich y presentó una tesis doctoral sobre la quitina. En 1935 ya era Director de Investigación Farmacéutica de Productos Naturales del pequeño laboratorio Sandoz, en Basilea, donde se dedicaba a estudiar el potencial medicinal de las plantas. Tres años más tarde, su trabajo lo llevó a encontrarse con los espíritus que habitan en la naturaleza.
El doctor investigaba los alcaloides del cornezuelo, el hongo del centeno, en busca de un estimulante circulatorio y respiratorio para aplicarlo en obstetricia, cuando absorbió por vía cutánea la dietilamida tártriga, el derivado #25 que sintetizó del ácido lisérgico. No tardó en caer dormido. Fue un largo y extraño sueño en espiral de mil formas y colores. Al despertar, supo que había encontrado algo nuevo. Tres días después, Hofmann se sometió a un plan experimental y se suministró una dosis de 0.25 miligramos de LSD. Le pidió a su asistente W.A. Kroll que lo acompañara a casa y se fueron en las bicicletas, porque la guerra restringía el uso del automóvil. En ese trayecto, el ácido encendió su mente y descubrió algo nunca antes visto que lo aterró y lo fascinó: un universo por explorar, el paisaje de la mente humana. Este primer viaje lisérgico, un viaje fantástico en bicicleta, es bellamente descrito en su libro Mi niño problema.
¿Qué velocípedo tuvo el honor de llevar a Hofmann el proclamado Día de la bicicleta? A pesar de ser un país neutral, en Suiza todos los hombres deben cumplir el servicio militar. El ejército es preciso como sus navajas y sus relojes. Su principal medio de transporte entonces era la Swiss Army Bicycle, fabricada desde 1904 por la compañía Condor-Werke-AG, también fabricante de las primeras motocicletas europeas. La Condor que seguramente montó Hofmann era un rediseño mejorado de la Raleigh DL-1, creada por el ejército inglés durante la Primera Guerra Mundial, equipada para transportar a las tropas, con un sistema de siete velocidades. Por supuesto, la bici del doctor tenía salpicaderas y lámparas de dínamo que encendían al pedalear, pero no las canastillas, las alforjas, las cantimploras, el radio, el portametralleta, el cargamuniciones, el botiquín, las herramientas o la bomba de aire.

El alucinógeno despertó un creciente interés en los catedráticos de Harvard, Timothy Leary, Ralph Metzner y Richard Alpert, quienes más tarde fundaron su instituto de crecimiento espiritual y se convirtieron en los gurúes de la contracultura que floreció en los sesenta. El ácido detonó el movimiento sicodélico y su caleidoscopio de comunas hippies, una revuelta pacífica encabezada por escritores y músicos como Ken Kesey, Allen Ginsberg y Jerry Garcia. Durante la década de los noventa, la sustancia fue retomada por la cultura rave.
Las controversias sobre el LSD continúan hasta la fecha, así como su condición ilegal. En 1993 fue creada la Fundación Albert Hofmann, con motivo de los cincuenta años de sus investigaciones. El objetivo es difundir y hacer del conocimiento público el archivo científico y los resultados obtenidos en la exploración sicodélica de la mente. En aquella ocasión, dijo: “Cincuenta años de experiencia son nada. Se requiere más tiempo para estudiar una sustancia que muestra nuevas y extraordinarias propiedades.”

* Tomado del libro “Las Bicicletas y sus Dueños”. 2ª. Edición.
Saturday, April 9, 2011
Mujeres en bicicleta

Del 23 al 25 de marzo se realizó en España el congreso internacional Velo-City Sevilla 2011, el Ciclo de la Vida, que contó con la participación mexicana de Mujeres en Bici, grupo dirigido por Martha Eréndira, Helga Marie González-Nieves, Maritza Montero y Paola Gómez. “Lo único que nos detiene es el freno de nuestra bici”, afirmaron durante el Paseo en Bicicleta con Tacones, recorrido de altura sobre Reforma con el que celebraron dos años de rodar.
Celeste, la bicicleta para mujer
En 1895, la reina Margarita de Italia mandó traer al mejor fabricante de bicicletas. De Milán se presentó Eduardo Bianchi, quien le tomó la medida a su majestad y fabricó la primera bici diseñada para mujer: una Safety cycle (las dos ruedas del mismo tamaño) con el tubo superior del cuadro curvo para subir y bajar fácilmente. La pintó del color de los ojos de la reina y la llamó “Celeste”. Ante la petición real para que le enseñara a pedalear, Bianchi abrió la primera escuela de ciclismo femenino.


“Tacones, el motor de mi bici”
La actitud de la mujer mexicana ante la bicicleta está cambiando. A taconazos y pedalazos le pierde el miedo en abierto desafío al mundo y a los coches. Las medallistas lo han demostrado, Belem Guerrero (Plata en Atenas 2004), Isabel León Moncada (Oro en el Campeonato Mundial Master Inglaterra 2005) y Carmen Alicia la “Popis” Muñiz (Récord Guiness Master, 26 horas sin parar, a los 62 años), entre las jóvenes de nivel internacional como Lorenza Morfín, Giuseppina Grassi, Daniela Campuzano, Lorena Dromundo y Roxana Islas-García, lista para rodar de Tijuana a Cancún, 4,500 km. Rompen récords y prejuicios, el ciclismo ya no es una actividad dura y peligrosa para ellas.
Mientras los hombres competimos como simios para demostrar superioridad, ellas organizan y conducen el ciclismo de ciudad. Integrada en 2008, la Red Nacional de Ciclismo Urbano, Bicired, organiza a más de cuarenta grupos en un movimiento ciclista que propone soluciones de movilidad. Las cabezas de las organizaciones fundadoras y de las iniciativas son mujeres. Areli Carreón preside a los Bicitekas, el grupo de ciclismo urbano más importante del D.F., en cuyo consejo directivo se encuentran Marianna Sánchez, Mónica Sánchez y Ruth Pérez, creadoras del grupo femenino Biciellas Chamacletas Urbanas. En la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, Martha Delgado y Dhyana Quintanar, ex Coordinadora de la Estrategia de Movilidad en Bicicleta de la Ciudad de México, tuvieron a su cargo la implementación del sistema Ecobici. Para su planeación el Gobierno del D.F. contó con la asesoría del Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP), donde ahora se encuentra Quintanar con Mariana Orozco y Karina Licea.

Sunday, March 13, 2011
Choppers
En 1958, los motociclistas de California empezaron a modificar las Harley-Davidson alterando sus formas. La compañía los odiaba por cambiar el diseño original con piezas que ellos fabricaban para estilizarlas y personalizarlas. The Hell´s Angels Motorcycle Club hicieron los primeros manubrios altos tipo Easy Rider con las patas cromadas de las sillas y las mesas de formaica. A sus creaciones las llamaron Choppers.

Saturday, February 26, 2011
Basura ciclista

Pero en los alrededores del D.F. y el Estado de México no es así. Al rodar por lugares como Chiluca, la presa Iturbide, el Desierto de los Leones o el Ajusco, la basura florece en los caminos, en las veredas y en los singletracks, en los puntos de reunión y en los parajes más alejados. ¿Cómo se distingue la basura del ciclista? Acostumbra dejar empaques de gel energético, envases de bebidas isotónicas, envolturas de chocolates y barras de cereal, latas de bebidas energéticas… desperdicios que no son biodegradables al menos en 100 años.
¿Serán ciclomontañistas quienes van dejando este tipo de cosas en sus roles? Es decir, tengo la fortuna de conocer y rodar con ciclistas de montaña que suelen recoger al menos una botella de plástico cada vez que salimos a rodar. Salvo los que dejan sus rastros y desperdicios, a nadie le gusta alcanzar los sitios a los que sólo se llega en bici o a pie, verdaderos pedazos del cielo en la tierra, y encontrar basura ciclista.

Saturday, February 5, 2011
Historia del Movimiento Ciclista Mexicano
Sunday, January 23, 2011
Jazz en dos ruedas para tribus ciclistas

La verdadera historia fue y sigue siendo impredecible, como un jazz con su gran solo de trompeta o de saxofón, por lo que he tenido que dar explicaciones de todo tipo. Lo único cierto no lo he dicho todavía y me dispongo a revelarlo: esto empezó como una idea de hacer escultura con chatarra de bicis.
En diversas ocasiones he comentado que la música y las bicicletas van del pedal y del manubrio. Creo en esto porque la música es movimiento: basta que empiece a sonar para que sus vibraciones muevan al cuerpo, al espíritu y al mundo. Incluso la estructura de la música clásica se organiza así, en “movimientos”. Por su parte, la bicicleta es una máquina de propulsión humana cuya única condición para mantenerse en equilibrio es permanecer, precisamente, en movimiento. Así tenemos que la música y las bicicletas están unidas por esta condición de la física que bien podría ser una canción.
Si se observa el movimiento de una bicicleta, va de un lado a otro pero mantiene una dirección, parece una canción de jazz. La misma palabra jazz tiene dos letras que se deslizan como las ruedas de la bicicleta. Pues ese movimiento de la bici es lo más parecido al vuelo de una mariposa, diría Oscar Patsí en su libro La Revolución de las Mariposas. El movimiento de la bici es un bello y sensual zig-zag, impredecible como la historia de este libro:
Un sábado del 2000 estaba en el taller Velo Sport, en el corazón de mi ciudad natal Satélite, donde Daniel, el mecánico, ajustaba las velocidades de la bici con su llave allen y su oído. Al verlo maniobrar imaginé que afinaba un instrumento musical antes de que yo saliera a dar un concierto. Sí, para pedalear se necesita ritmo, melodía y armonía que sólo se consiguen con la práctica. Ya sea solista, con el grupo o con la orquesta sinfónica, el piano, la guitarra y la bicicleta deben estar afinados. Pues aquella mañana salí y di un conciertazo en la calles, entonces tuve la inquietud de hacer algo más con las bicis que montarlas y pedalearlas, como Daniel el mecánico.


Una tarde de 2002 leí una entrevista que le hicieron a Albert Einstein. En ella le preguntaban cómo había llegado a la ecuación Energía es igual a la masa de un objeto por el cuadrado de la velocidad de la luz (E=MC2), a lo que él respondió que se le había ocurrido mientras daba una vuelta en bicicleta. La entrevista era ilustrada con la fotografía de Einstein pedaleando, en cuya cabeza anotaban su principio universal: “La vida es como un paseo en bicicleta, para estar en equilibrio es necesario mantenerse en movimiento”. Al ver la imagen del genio divirtiéndose como niño, reconocí la bici que montaba, era una Schwinn Crucero B10E con llantas que tenían cámara de aire Dunlop y cara blanca. Había leído algo sobre esa bici y vi algunas fotografías en aquellos libros que conseguí durante los viajes.

Sobre la marcha consulté e investigué en diversas fuentes y siempre me encontré con esta laguna seca de la historia de la bicicleta en México. Descubrí que no existe un libro hecho aquí que documente la historia general de la bicicleta, como tampoco se conoce el registro histórico de su llegada a nuestro país, el desarrollo y la importancia que ha tenido como una pieza fundamental de nuestro desarrollo. Con mucho trabajo logré armar las historias de las tres marcas nacionales más importantes en la actualidad: Alubike, Benotto y Turbo. México es un país bicicletero en toda la extensión de la palabra, ¿por qué su cultura ciclista es tan raquítica? Sabemos que las primeras bicis en la Ciudad de México aparecieron alrededor de 1900, llegaron de París y Nueva York como el entretenimiento de moda entre la alta sociedad que importaba el estilo europeo. Se popularizó en todo el país durante las primeras cuatro décadas del siglo pasado, sustituyendo al caballo, al burro y a la mula como medios de transporte y de trabajo. Moverse en bici era más barato porque no necesitaba de cuidados ni alimentación como tampoco necesita combustible ni mantenimiento de motor. Con el paso de las décadas, la bicicleta se convirtió en un vehículo esencial en el panorama urbano y rural de México debido a su gran versatilidad y su belleza funcional.

