
Los Biciperros y Los Bicitekas eran quijotes del ciclismo urbano que pedaleaban hace más de diez años, cuando la Estrategia de Movilidad en Bicicleta (EMB) y el Plan Verde de la Ciudad de México eran inimaginables. Hoy las dos iniciativas son como las ruedas sobre las que se mueve Ecobici.
El martes 16 se puso en marcha el Sistema de Transporte Individual a cargo del Gobierno del Distrito Federal. Una solución que se debe a la presión y a la gestión de los grupos ciudadanos que integran la Red Nacional de Ciclismo Urbano y los organismos como el Instituto de Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP) y Muévete por tu Ciudad. Se debe al movimiento de la bicicleta global, la tendencia al uso de este medio para moverse en las ciudades ante la problemática de movilidad y de salud. También se debe al interés del Gobierno del DF, al llamado Green Marketing y a Clear Channel, una empresa de mobiliario urbano.
La primera fase del sistema cuenta con mil 114 bicicletas, distribuidas en 85 cicloestaciones -de las cuales hoy funcionan 45-, ubicadas entre las colonias Cuauhtémoc, Juárez, Roma Norte, Hipódromo Condesa, Condesa e Hipódromo. Para lograr que Ecobici sea una extensión del transporte público masivo hay cicloestaciones en el Metro de Sevilla, Chapultepec e Insurgentes, y en las del Metrobús de Álvaro Obregón, Sonora y Campeche, en Reforma, Insurgentes, Michoacán y Ámsterdam. La segunda fase se implementará en Buenavista, Centro Histórico, Polanco y Escandón.
La manera inteligente de moverse, inició sus operaciones con una inversión de 75 millones de pesos. El sistema ha sido probado en Holanda (Depo, el primero, diseñado por Laurens Maria Hendrikus a finales de los sesenta para reducir la contaminación en Ámsterdam), modelo que se ha implementado en Francia (Vélo a la Carte, Vélib), Oslo (Bysykkel) y España (Bicing, Bizi), países con una cultura vial y ciclista más avanzadas que la nuestra donde, sin embargo, el sistema ha generado polémicas y ha sido cuestionado por la falta de civismo, el mal uso de las bicis, así como la calidad y las especificaciones de los componentes. Son bicicletas marca Smart Bike, cuyo diseño y ergonomía dividen a la comunidad ciclista porque obligan a pedalear despacio. Esto pudo resolverse, opinan algunos, con otro sistema de cambios en vez de forzar al usuario. Su costo aproximado es de $7,200 pesos y parte del mantenimiento correrá a cargo de la empresa.
Se espera que más personas hagan uso de la bici pública y privada. Para eso se han emprendido las iniciativas de la EMB, como la instalación de mil biciestacionamientos, el Programa Muévete en Bici, el Ciclotón y los paseos dominicales que han atraído a más de 2 millones de personas, la Escuela de Ciclismo Urbano que se encuentra en la 2ª Sección del Bosque de Chapultepec y el Club Ciclista de la Ciudad de México. Se anunció, además, la construcción de la Red de Ciclovías del DF, carriles especiales para bicicletas que conectarán, inicialmente, las zonas de Reforma, San Cosme y Buenavista. Y lo esencial, una propuesta Biciteka, las modificaciones al Reglamento de Tránsito Metropolitano, publicadas en la Gaceta Oficial del miércoles 17, con los derechos y obligaciones para reconocer y proteger a los peatones y a los ciclistas, la delimitación de sus espacios (el área de espera en los semáforos) y carriles especiales, así como las sanciones para los automovilistas que no las respeten.
La experiencia en otros países demuestra que han disminuido el tráfico, la contaminación, el estrés y la obesidad. Y también se han detectado algunos problemas, corrupción, vandalismo, privilegios de vía para los usuarios que no aplican para los demás ciclistas. Empleados del Bicing catalán opinan que el principal problema del sistema es que los funcionarios responsables y los empresarios no suelen usar la bicicleta con regularidad, condición esencial para tener la experiencia y la visión cotidiana del ciclismo. Se les considera gente oportunista que de pronto descubrió en la bicicleta un capital político y económico muy redituable.

Éste no es el caso del DF, donde los funcionarios usan el velocípedo y tuvieron el tino de asesorarse con los grupos y organismos adecuados. Los Bicitekas, quienes desde un principio rodaron para salvar las calles de la ciudad, asientan en el Manifiesto Bicicentenario / un nuevo ciclo: “El uso de la bicicleta es una opción viable de transporte saludable, eficiente, limpio, sencillo, simple y accesible para enfrentar las crisis urbana, climática, energética y de salud pública de este siglo. No porque lo diga Al Gore o Marcelo Ebrard, sino porque es la verdad: la bicicleta es el mejor transporte en la ciudad”.
La pregunta es, ¿y en el Estado de México, cuándo?